¿CON O SIN CONDÓN?

El relato de esta noche se titula ¿CON O SIN CONDÓN?... 

Todo comenzó el domingo como a las 4:00 hs. Andábamos mi amiga (llamada la Rarotonga) y yo pasamos por un OXXO que está a unas 10 cuadras de la casa. Vimos un chico en una moto muy guapo blanco, de cabello negro (tipo niño rico) y sabroso, de muy buen ver. Nos hizo señas pero seguimos caminando a casa a unas cuadras de la casa nos alcanzó y me preguntó -¿cómo se llaman yú y tu amiga? ¿quieren ir a dar una vuelta?-. -No- respondió mi amiga.
Seguimos caminando hasta llegar a casa; a una cuadra de allí nos encontramos a otra amiga, platicamos poco con ella. Sin embargo cuando menos me di cuenta el chico nos siguió a casa; -¡Hey! Te habla el chico- exclamó mi amiga. Fui con él,

lo salude otra vez, -espera- le dije -voy a dejar a mi amiga a casa porque estamos cansadas pero yo aún tengo pila- le dije. Fui con mi amiga hasta la casa, -Rarotonga- seguí, -bueno, te quedas aquí y no hagas ruido porque mis padres despertarán rápidamente-. Me monté en la moto que él tenía, una moto azul agua, muy linda. -¿A dónde vamos?- le pregunté. -Pues yo no conozco mucho aquí- respondió. -Bueno- repliqué. Nos fuimos por ciertas calles que le dije y ya montada en la moto él aceleró demasiado fuerte, tan fuerte que me sentí... no sé... rara, más que de costumbre. Llegamos al lugar que le dije y él me dijo: -¿dónde?-. -Aquí en la avenida donde pasan carros- respondí, pero, lo más raro, es que no pasó ninguno en todo el momento que estuvimos ahí.
Al bajarme de la moto, rápidamente lo empecé a tocar en su falo, le bajé el pantalón y pensé: -"que no la tenga chica porque esta noche quiero sentirme una puta"-. Si de por sí ya andaba como puta en celo porque ya no hay falos grandes (bueno sí hay pero pocos), le saqué el falo y se lo empecé a mamar hasta que creció en mi boca.
La luz de la avenida nos daba toda, a pesar de que estábamos debajo de un árbol pero seguí mamando el falo, sacando la miel de su tronco, lamiendo todo y como no, si su piel era blanca como la nieve y guapo, ¡con más ganas! Yo tan excitada y muy feliz con tan semejante falote en mi garganta, lo puse en muchas formas hasta que él me dijo: -te la quiero meter-, -¡no!- pensé. -¡No!- le dije y me volteó contra de mi voluntad, casi siendo sometida por él. No me resistí, me puso contra la moto, me bajo la minifalda que llevaba, yo debajo traía mallas de red con un gran agujero en el culo para no batallar y lo metan rápido. Yo empinada, me puso su falo en mi culo. -¿Te la meto sin condón?- preguntó. Yo no le conteste aún, pero pensé: -"se me hace agua el culo de verdad si quiero ese falo dentro de mí raspando dentro de mi ano, sentir como lubrica en mi pero a la vez no quiero"-. -Sí, pero con condón- le dije, -hay que ir a comprar- respondió, -no te apures, yo siempre cargo- exclamé.
Él ya con el condón puesto intentó meterla por mi culo y pensé: -"me dolerá mucho, no traigo mi lubricante, pero quiero ese falo en mí". Me lo metió tan fuerte que dije -¡No!¡No!¡No!¡No!- grité, -espera, duele mucho-; pero, lo curioso, es que lo sentí muy rico y rápidamente me despegué de la moto donde me tenía con el culo para arriba, empinada. Lo estampé contra la pared, -¿qué tienes?- preguntó; -no quiero que la saques no lo hagas- exclamé, -te gusta, ¿verdad?- siguió, -como no tienes idea- contesté. Me puso de nuevo contra la moto y me empezó a coger tan fuerte y tan duro que me lastimaba, pero me gustaba, me sentí como una puta en celo, bueno, la verdad así estaba; él, tocándome todo mi cuerpo mientras me me cojía y me estrujaba tan fuerte mis tetitas y mi cintura con sus dos manos, le dije muchas veces -¡para ya, me lastimas!-, pero a la vez me dije: -"me gusta su forma de hacer el sexo duro, no creo que otro me haga lo mismo que él y menos que sepa usar ese falo como él"-.
Después de mucho tiempo de copular, coger o como se diga, en tantas formas me puso en ese lugar, bueno, fueron tres de hecho, empinada, cargándome mientras me penetraba, tan rico y fuerte, y la otra yo arriba de él, o sea, sentada encima de él, pero esa no me gustó como las otras y pensé: -"cómo no tengo mis cadenas aquí para que me amarre y me coja sometida así"-, pero, después de una larga cogida, él metió su mano en mi entrepierna; como traía un boxer y por encima de la malla de red negra no se veía mi parte íntima de 20 cm, y más por el color negro. Metió su mano, dijo -¡Ay wey!-, -¿qué pasa?- respondí, -creí que eras mujer- contestó, teniéndome ensartada en él. -¿Hasta ahora lo dices?- repliqué. En ese momento pensé: -"que el puto no me deje con las ganas de verga"-. -No pasa nada así que sigamos- exclamó. Saqué su verga de mi culo y le quité el condón, se la empecé a chupar mucho hasta que él no pudo más y se corrió en mi boca. Yo, mamándole el falo con gran desesperación para alcanzar hasta la última gota de su miel, y él, quitándome por la sensación que tenía al venirse en mi boca. En ese instante lo sometí rápido, le sujeté con una gran fuerza de chico las manos de tal manera que él no se pueda zafar de mí, -¡ya, déjame!- gritó, -¡se siente raro!-. No lo solté porque yo quería todo eso en mi boca, no lo iba a desperdiciar. Ya cuando me aseguré de que toda su miel estaba ya en mi boca, lo solté y me la tragué delante de él. Él se excito más, pero le dije -no, ya es hora de irnos-, porque ahí nos dieron las 6 hs. -Ya es mucho tiempo- le dije. Nos medio vestimos, y yo, muy contenta en la moto con él, me llevó hasta mi casa. -Yo jamás he hecho esto- dijo -así que sordiado-, -no pasa nada, tú tranquilo, ¿sí?- repliqué, -pronto nos veremos- contestó, y se me dibujo una sonrisa.
Fin.